Hola cosita, te envío este mensaje pues no sé si algún día podamos hablar de frente y mirándonos a los ojos, pero mientras tanto, quiero sacar lo que sembraste en mí, un sentimiento extraño y quizás ajeno a lo que realmente siento; gracias a tu error de mandar un mensaje que no era para mí puede confirmar lo que me decían de ti, en ese momento tuve sentimientos encontrados, y la verdad no he parado de llorar, me lastimaste, me heriste, me sentí traicionada, un tanto usada, aunque quisiste reparar el daño con otra mentira, tu mejor que nadie sabes que no me puedes engañar, te conozco, conozco tu mirada, ya te diste cuenta que tu engaño salió a relucir sin yo imaginarlo jamás, pues te tenía en otro concepto. Sin embargo, ni tantas lagrimas ni tanto alcohol ni tantos distractores han podido sacarte de mí, cuando días antes de lo sucedido me pedias que hiciéramos el amor, por primera vez escuchaba de tu boca un “te amo” un “recuérdalo siempre”, tanta fue mi ilusión, mi felicidad de entregarme a ti, que me tome la libertad de reservar una habitación de hotel ambientada de acuerdo a la ocasión, porque en uno de tantos mensajes que te he enviado te decía que esa ocasión de entregarnos yo quería que fuese espectacular, inolvidable para los dos, porque era “hacer el amor” entregarme a ti por amor, porque de verdad yo te amo, no juego con eso, siempre te lo he dicho, me he enamorado de ti mi amor, pero pues ahora veo porque tu no me podías corresponder… y ese día que me buscaste en el estacionamiento del casino habías tomado, ahora estoy súper confundida porque no sé si habló tu corazón o el alcohol…mi amor sigo en espera de que hablemos, de tener el valor de decirnos las cosas de frente tal como deben ser, aunque hayas justificado esa acción con decirme que no tienes que explicar nada, que tu esposa se enojó más por mi mensaje que por el tuyo, no Honorio no más excusas, se sincero conmigo como yo lo he sido contigo, creo que lo merezco… después de todo es tanto mi amor que todo te perdono y lo sabes…